Mi escencia...
Eres el motivo de mi vida, de mi existencia en este mundo lleno de amarguras. Contigo aprendí las cosas básicas de mi crecimiento y mi humanidad. Aprendí poco a poco lo que significas en esta vida cuando perdí a mi abuelo. Gracias a ti me encaminaron por el camino del bien. Siempre te adoré, pensé que eras esa chispa que la humanidad nesecitaba para sobrevivir. Te veía entre mis amistades y mis hermanas. A los 14 fue cuando más afloraste en mi alma, conocí mi primer ilución y mi primer desgracia. Desde ese momento tan abrumante de mi vida empecé a conocer tu opuesto. Ese opuesto hiso que nacieran muchos sentimientos negativos en mi ser, sentimientos que me hicieron desvanecer. Creo que despues de tantas adversidades, me he olvidado de tí; ya no me siento igual. Pienso que mi madurez hiso que te viera de otra manera. Muchas noches pienso en el día en que vuelva a creer el ti, pero lo veo cada vez más distante, tan distante como el cielo. Hoy me siento cansada y algo deprimida por tu par