Aquel noviembre...

Hoy más que otros días, me recordé de aquel noviembre lleno de alegria. Estaba tan deprimida y ausentada de este mundo que ya todo me daba igual. Todos los sentimientos para mi no existian, todo era obscuridad. En un poema de los que tanto escribí, recuerdo una frase que decía; "buscando la luz que me restaría de la penumbra"; en eso te convertiste ese noviembre. Apareciste en el momento presiso de mi vida, nunca te habia visto y justamente en ese momento apareciste. Realmente al principio no te admiré, pues tenia una benda en mis ojos apagados de tanto llorar. Tu poco a poco, con tus dulces palabras de aliento me hisiste comprender que la vida era hermosa y que aun tenia muchas oportunidades de ser feliz. Fuiste como un ángel, me guiaste hacia la luz y hoy te dedico este post. Hay gente incrédula que piensa que los ángeles no existen, pero Dios me envio uno y no me dí cuenta, hasta el último día de su existencia, hasta el último día que dejó de protegerme porque mis alas ya estaban lo suficientemente fuertes como para volver a volar. Pero yo me negué a tu partida y cometí muchos errores ignorantes pero al final comprendí que debias partir hacia otro lugar donde te necesitaran más que yo. Mi problema es que soy muy egoísta y todavía hoy, me reprocho el no haberte comunicado que te convertirte en algo muy especial en mi vida. Quizas me enamoré de ti, quien sabe, solo sé que enloquecí de celos al verte alejado. Pero un amor como el de nosotros no podría existir porque mi alma es terrenal y la tuya celestial. Traté de buscarte pero ya era demaciado tarde; te perdí, perdí tus huellas. No me arrepiento de nuestra relación y espero que tu tampoco porque sé que aunque algo muy mínimo; sentíste algo por mí, tus ojos revelaron todo. Me recuerdo con ternura cuando por primera vez, bese tus virginales labios, en ese momento comprendí que no eras de este mundo. Ninguna otra mujer los habia descubierto ántes, creo que debí ser especial para llegar a tanto conmigo. Viste en mí algo que no habias visto en ninguna otra. Eso mismo vi yo en ti. Luego de tu abrupta partida escribí una carta que cuando me sienta lo suficientemente fuerte, te revelaré y espero que no trates de confundirme porque para ese entonces ya será demaciado tarde; ya te habré olvidado. Para ese entonces, habré cerrado el más romántico y tierno capítulo de mi vida. Ojalá que encuentres alguien de otro mundo que al igual que yo, sea muy especial para ti, pero con ella si podrás amar sin miedos, prejuicios y con libertad, porque ella... tambien tendrá alas.

Att. La Srta. Bonita que te amó y no sabe si aun te ama...