This is it!

Como la crónica de una muerte anunciada, exactamente eso pasó luego de la cita con mi ángel hace dos semanas. Luego de un par de días de intentar entablar algún tipo de conversación para abrirle paso a sus verdaderos deseos, no ocurrió nada, ni un buenos días al despertar, un buen provecho y ni un buenas noches, nada. En fin, finalmente capto las señales del destino, él no estaba interesado ni un por ciento en mi. Cosa que me cuesta aceptar pero es la realidad. 

Hay veces que siento que el amor no se hizo para mi, quizás vine a este mundo con otra importante encomienda, pero realmente mi mayor deseo es amar y ser amada de igual manera. Por el momento me vuelvo a encajonar en mi mundo, olvidare ese pedacito de alegría y esperanza que tuve hace dos semanas, me olvidaré de él, como lo hice hace una década atrás. Quizás no es nuestro tiempo aún o quizás no es él, el que al final se ganará mi corazón. 

Lo mejor que puedo hacer es olvidarme del amor y enfocarme en otra cosa, por ejemplo en mí, en mejorar mi autoestima que últimamente está por el suelo, que cuando llegue el indicado, yo lo sabré porque el mundo conspirara para que me de cuenta de inmediato.