Liberando mariposas
Hoy libero
las mariposas que juguetonas se instalaron cómodamente en mi ser. Hoy las
liberto antes que se pudran como todas las esperanzas que con ellas adquirí
hace más de una década. Hoy libero ese amor puro e infinito que alguna vez
sentí por alguien que ya no existe más. Y no es que él no se encuentre en la vida
terrenal, es que la parte, esa capaz de hacerme temblar sin ni si quiera
tocarme, esa capaz de enternecerme con su angelical melodía, esa parte se fue al plano ancestral. Y
aunque pensé que podía resucitarlo, su mirada vacía me gritaba que ya ni las cenizas
quedaban. Libero las mariposas antes que las declaren en peligro de extinción,
antes que la trompeta de la muerte las alcance. Hoy las libero antes que
alguien siga esparciendo a lo que yo no quise contribuir. Me niego a ser la
braza que busca en sus noches de desamparo, siendo yo una dulce briza de
verano. Hoy me he decidido y las libero todas, para hacer espacio a nuevas
especies y que entren cuando la vida así lo decida. Hoy las libero y aunque
extrañaré las cosquillas de sus alas, ellas necesitan morir en libertad. Hoy libero
a las lepidópteras para que no regresen nunca más.
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