Querido año 2020
Hace casi 2 años que no me desahogaba, en esto que ya se a convertido en mi diario personal. En este tiempo han pasado tantas cosas, pero les voy a resumir.
En el 2018 viajé a la hermana República Dominicana y una de mis amigas me comenzó a hablar de su divorciado hermano, el que siempre para mí, fue eso, como un hermano, pero ante mi soledad, me mató la curiosidad. Comencé a escribirle en privado para provocar su curiosidad hacia mí y aunque al principio me veía como una hermana, luego hubo un giro de 360 grados. Me comenzó a ver como mujer, pero ante la corta espectativa de tener algo SUPER informal porque había terminado, un año antes, con una relación de 15 años, y con la que engendró dos hermosos niños. Con el pasar de los días me percaté que era un súper papá y eso me enternecía y dificultaba poderlo ver como para algo "informal".
Finalmente tomé las riendas de la situación y ante la falta de una salida a solas, me arriesgué a invitarlo a salir y para mí sorpresa, aceptó. Fue una salida chévere, aunque por momentos se tornó algo aburrida, no se si por la diferencia de edad o experiencias de vida, pero a veces simplemente se sumergía en su celular. Una, entre tímida y nerviosa, yo, intentaba llamar su atención a toda costa y al final lo logré, al final todo fluyó más orgánico. A la hora de la despedida, yo queriendo aunque sea, un pequeño beso en sus labios, ni si quiera lo hubo en su cachete. Se fue prácticamente, corriendo, me huyó y nunca entendí. En fin, esa ha sido la única salida desde entonces. Entendí que es un hombre extraño y el hecho de haberse casado a tan corta edad, lo ha vuelto un troglodita en el amor. Temo que estará solo por mucho tiempo, porque en cuanto a mí se refiere, ya hasta las ganas le perdí.
Luego de haber perdido 30 libras de peso en el 2019, me han surgido candidatos pero para mi mala fortuna, no viven en suelo Boricua. El septiembre, vacacioné en Punta Cana, Rep. Dom. y conozcí a un doncito de cuarenta y tantos, pero con un cuerpazo de 20's, que me derritió al arrodillarse ante mí para limpiar un trago que yo misma me había virado encima, en una discoteca. Luego de regresar a mi bella Isla del Encanto, seguí en comunicaciones con él, con la esperanza de que me viniera a visitar a Puerto Rico, pronto. En fin, nunca vino pero al menos, tengo un novio en República Dominicana, bien acomodado y que sé que me tratará como una diosa, cuando vuelva de vacaciones.
Pero cuando ya casi acaba el año, para ser más específica, noviembre, me toman unas fotos espectaculares en la playa que ocasionan que un artista gráfico que sigo hace unos cuantos años en Instagram, me comenzara a hablar. Rápidamente, logró tener mi número de teléfono y comenzó esta nueva aventura. Boricua, soltero, alto, fortachón, con barba, ingeniero de profesión, con mi edad, para mi sorpresa, vivió muy cerca de mí hasta su adolescencia, mismos gustos por el arte, la música, el café y hasta lo más ridículo, como la marca de carros, en fin, demasiado parecidos. Nuestras conversaciones fluyen de manera tan rica, pero hay un pequeñísimo detalle... NO VIVE EN PUERTO RICO, tiene su vida hecha, apartamento, trabajo y estudios, en Jacksonville, Florida. Todos los días me levanto con un mensaje de "Buenos días, Barbie", porque sí, me dice "Barbie". Es demasiado dulce y amoroso. Es un hombre tan espectacular, que si viviera en Puerto Rico, no lo soltaba en ninguna esquina. Al principio lo vi como un juego cibernético y más cuando él había culminado con una relación de 10 años, en mayo 2019, pero casi a diario me dedica canciones con mensajes tan profundos que ni se que pensar, mi corazón es muy blandito para este tipo de hombre. Para mí es perfecto y muero por presumirlo ante todo el mundo. No sé, creo que sueño demasiado. Mí esperanza es poder conocerlo personalmente algún día porque su papá aún vive en Puerto Rico y muy cerca de mí, y no sé, pienso, no, siento, que nos complementariamos demasiado bien, tanto que no sé como podremos estar por separados otra vez.
Luego les actualizo sobre mi "Osito", si, yo soy su "Barbie" y él mi "Osito". :)
En el 2018 viajé a la hermana República Dominicana y una de mis amigas me comenzó a hablar de su divorciado hermano, el que siempre para mí, fue eso, como un hermano, pero ante mi soledad, me mató la curiosidad. Comencé a escribirle en privado para provocar su curiosidad hacia mí y aunque al principio me veía como una hermana, luego hubo un giro de 360 grados. Me comenzó a ver como mujer, pero ante la corta espectativa de tener algo SUPER informal porque había terminado, un año antes, con una relación de 15 años, y con la que engendró dos hermosos niños. Con el pasar de los días me percaté que era un súper papá y eso me enternecía y dificultaba poderlo ver como para algo "informal".
Finalmente tomé las riendas de la situación y ante la falta de una salida a solas, me arriesgué a invitarlo a salir y para mí sorpresa, aceptó. Fue una salida chévere, aunque por momentos se tornó algo aburrida, no se si por la diferencia de edad o experiencias de vida, pero a veces simplemente se sumergía en su celular. Una, entre tímida y nerviosa, yo, intentaba llamar su atención a toda costa y al final lo logré, al final todo fluyó más orgánico. A la hora de la despedida, yo queriendo aunque sea, un pequeño beso en sus labios, ni si quiera lo hubo en su cachete. Se fue prácticamente, corriendo, me huyó y nunca entendí. En fin, esa ha sido la única salida desde entonces. Entendí que es un hombre extraño y el hecho de haberse casado a tan corta edad, lo ha vuelto un troglodita en el amor. Temo que estará solo por mucho tiempo, porque en cuanto a mí se refiere, ya hasta las ganas le perdí.
Luego de haber perdido 30 libras de peso en el 2019, me han surgido candidatos pero para mi mala fortuna, no viven en suelo Boricua. El septiembre, vacacioné en Punta Cana, Rep. Dom. y conozcí a un doncito de cuarenta y tantos, pero con un cuerpazo de 20's, que me derritió al arrodillarse ante mí para limpiar un trago que yo misma me había virado encima, en una discoteca. Luego de regresar a mi bella Isla del Encanto, seguí en comunicaciones con él, con la esperanza de que me viniera a visitar a Puerto Rico, pronto. En fin, nunca vino pero al menos, tengo un novio en República Dominicana, bien acomodado y que sé que me tratará como una diosa, cuando vuelva de vacaciones.
Pero cuando ya casi acaba el año, para ser más específica, noviembre, me toman unas fotos espectaculares en la playa que ocasionan que un artista gráfico que sigo hace unos cuantos años en Instagram, me comenzara a hablar. Rápidamente, logró tener mi número de teléfono y comenzó esta nueva aventura. Boricua, soltero, alto, fortachón, con barba, ingeniero de profesión, con mi edad, para mi sorpresa, vivió muy cerca de mí hasta su adolescencia, mismos gustos por el arte, la música, el café y hasta lo más ridículo, como la marca de carros, en fin, demasiado parecidos. Nuestras conversaciones fluyen de manera tan rica, pero hay un pequeñísimo detalle... NO VIVE EN PUERTO RICO, tiene su vida hecha, apartamento, trabajo y estudios, en Jacksonville, Florida. Todos los días me levanto con un mensaje de "Buenos días, Barbie", porque sí, me dice "Barbie". Es demasiado dulce y amoroso. Es un hombre tan espectacular, que si viviera en Puerto Rico, no lo soltaba en ninguna esquina. Al principio lo vi como un juego cibernético y más cuando él había culminado con una relación de 10 años, en mayo 2019, pero casi a diario me dedica canciones con mensajes tan profundos que ni se que pensar, mi corazón es muy blandito para este tipo de hombre. Para mí es perfecto y muero por presumirlo ante todo el mundo. No sé, creo que sueño demasiado. Mí esperanza es poder conocerlo personalmente algún día porque su papá aún vive en Puerto Rico y muy cerca de mí, y no sé, pienso, no, siento, que nos complementariamos demasiado bien, tanto que no sé como podremos estar por separados otra vez.
Luego les actualizo sobre mi "Osito", si, yo soy su "Barbie" y él mi "Osito". :)
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