Tercera falta
Esta semana ha sido tan difícil. La semana del encuentro que tanto había estado esperando, la semana de su cumpleaños. Llegó el gran día y lo felicité en la mañana para no verme tan desesperada como las personas que felicitan puntualmente en la media noche y de manera pública, en una de sus redes sociales, para no darle exclusividad. Me contestó al par de segundos con un “Gracias.”. Muy parco como es de su costumbre. Pasaron las horas y nunca tuve una comunicación de su parte para ser la chofera que le ofrecí ser, así que me saqué de la mente la noche divertida que pretendía pasar con él.
Al despertar en la madrugada me veo sorprendida por un mensaje suyo pasadas las doce de la media noche, preguntándome si llegaría al local donde iba a celebrar su natalicio. A esa hora ya estaba en mi quinto sueño pero guardé un poquito de esperanza porque a pesar de todo, se acordó de mí, tarde pero seguro. Como a mitad de la mañana del día siguiente, me invente una excusa para no decirle que realmente no fui porque nunca me invitó a su festejo, y al contrario le dije que iba pero me quedé de corrido en un “nap”.
Le di la tercera oportunidad de la semana. Como sabía que seguiría de fiesta todo el fin de semana, le dije que me raptara en la noche de la casa de unos amigos para darle un “humilde obsequio” que involucraría un par de besos y caricias que encenderían la llama para hacer cualquier locura. Esperé paciente algún mensaje de su parte mientras disfrutaba de la fiesta de mis amigos y nada llegaba. Finalmente le escribí como para que recordara que estaba esperando por su rapto y pues solo se limitó a decirme los próximos lugares que visitaría como motivo de su festividad de anoche y nunca mencionó el hecho de vernos y así me quedé automáticamente, como dicen, “vestida y alborotada”. Y literalmente “vestida y alborotada” porque andaba con un vestido bien bonito y sexy, lista para la guerra.
Creo... no, estoy segura, que nunca debí abrir este capítulo de mi vida. Debo seguir sola y olvidarme de ángeles inalcanzables.
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