Mariposa enjaulada...
Mariposa enjaulada
Trato de contenerme y de no caer en tristezas eternas, pero cuando pienso que más libre soy, me jalan las cadenas como para recordarme que existen, que nunca podré ser libre por completo. ¿Por qué a pesar de ser una tierna mariposa no me tratan como tal? He mudado mi piel, ya no soy una oruga indefensa, me he transformado; tengo alas, puedo volar. Pero me doy cuenta que dicha transformación en vez de liberarme me ata más.
Algo extraño me ocurre, gotas saladas brotan por mis ojos. ¿Qué será? No lo se, pero se las he visto a mi guardia eterna. ¿Será que me estoy humanizando? Estoy asustada, cosas raras me ocurren cada vez que me hallo encerrada.
Siento mi pecho latir fuertemente cada vez que los rayos solares me miran. Nunca he conocido lo que significa ese sentimiento. En realidad no se su existencia. Nadie me la ha enseñado antes. He escuchado murmullos en bocas ajenas, unos están felices, otros lloran sus penas por algo llamado amor. ¿Qué es el amor? Pero, ¿Por qué llorar, si es un lindo sentimiento? Será que no creeré en cosas abstractas, porque el amor no se puede ver, pero dicen que se siente. Dicen que se siente en un músculo llamado corazón. Pero no comprendo todavía porque el corazón es un pedazo de carne lleno de venas y arterias.
Creo que mi encierro esta afectando la realidad de las cosas, soy muy inculta aun. Pero como puedo conocer sobre esas cosas si nadie me las enseña y cada vez que encuentro la posibilidad de hallar la respuesta, ahí esta la guardia acechando mi puerta.
Ni siquiera se cuantos años vive una mariposa, y si… ¿nunca sabré nada de eso? Me provoca ansiedad mi ignorancia. Tengo deseos de salir y tocar el cielo con mis alas; tengo ganas oler cada rosa al comenzar la mañana; tengo ganas de revolotear los cabellos de un ángel pero… mi alegría culmina al darme cuenta que unas cuentas de acero amarran mi existencia.
Hay veces que pienso que mi existencia en este mundo esta escrita y que mi realidad esta dentro de esta jaula en la que me encuentro y que por mas que trate nunca podré cambiar este cuento. Pero no quiero, me rehúso a aceptarlo, quiero vivir; quiero ser libre al fin. Quiero llenarme de amor lo suficiente como para enamorar a otros como un hada. ¡No quiero esas gotas de agua salada en mi cara!; quiero saber que es sonreír; quiero ser la inspiración del sol; quiero entregarme a él, cada amanecer y cada atardecer; quiero que mis alas tornasoles se confundan entre sus destellos.
¿Qué me pasa?, vuelvo a decaer, las cadenas me ahorcan cada vez más, siento que me desanimo, creo que no podré respirar por mucho tiempo más; mis horas están contadas. Me duele saber que no podré mirar el sol por mucho tiempo pero a pesar de eso me conformo con el recuerdo de lo que para mi fue el AMOR.
By: Lizandra
20 de diciembre de 2004
1:20 am
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